La
lengua
Ami, nòsti parla soun tòuti dous rouman
Poudèn nous dire fraire a nous touca la man.
Toun Po, la miéu Durènço
Na tòuti dous d'un soulet mount,
Van abéura, l'un lou Piemount
E l'autro la Prouvènço.
(F. Mistral)
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Los escartones dependían en el
siglo XI del primer delfín, Guigues IV del Viennois
(Francia), después pasaron a manos del hijo del rey
de Francia en 1343 y luego a la corona de Francia.
La lengua que se hablaba era la lengua de Oc.
Desde la cesión de los escartones de Oulx, de
Pragelas y de Chateau-Dauphin a la corona de Saboya,
en 1713, el francés se conservó como lengua de uso y
como lengua escrita en la administración. En 1831,
cuando subió al trono Carlos Albert, la lengua
francesa no desapareció, bien por el contrario, de
esta región. En efecto, Carlos Albert que había sido
oficial en el ejército francés, se rodeó de
personalidades de formación francesa. Turín fue
entonces una ciudad cuya elite hablaba esencialmente
el francés.
Progresivamente, a partir de 1860, el italiano se
impuso en la administración y luego en la escuela,
más aún cuando el colegio de Oulx, donde la
enseñanza se impartía en francés, fue cerrado en
1860. El francés o patois no se habló más que en la
casa y progresivamente cedió ante el italiano y el
piamontés. Algunas familias hablan todavía el
francés porque están próximas a la frontera y sobre
todo porque mantienen contacto con numerosos
miembros de la familia que emigraron a Francia
(París, Lyon, Marsella). Actualmente, la ley (Nº 482
de 1999) sobre las minorías lingüísticas de Italia (1 traducida al francés, 2) trata de preservar este
patrimonio. El Consejo de la provincia de Turín deliberó desde 2001
acerca de la minoría lingüística francesa y
occitana de la provincia y finalmente, desde
el martes 19 de junio de 2007, se permite poner en
los edificios públicos la bandera occitana al lado
de las banderas italianas, regionales y europeas.
Es sorprendente constatar que, en el pasado, estas
poblaciones que vivían en lugares desfavorables,
tenían una cultura muy superior a la de los
habitantes de las comarcas vecinas. Esto se hizo
evidente en ocasión de la investigación del
intendente de Luis XIV y luego, bajo Napoleón, con
el Mariscal Jourdan, presidente de la consulta en
Turín. En un largo estudio genealógico (http://gw.geneanet.org/rcia)
hemos constatado también que casi todos los hombres
y muchas de las mujeres firmaban los testamentos y
las actas de matrimonio. Para la época, no importa
que esto sea en la llanura del Po en Italia, o en el
valle del Isère en Francia.
Esta cultura
probablemente se pueda explicar por varias
razones:
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Todos los
niños iban a la escuela. |
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Por siglos, el colegio
de Oulx formó a los hombres del valle. El
nivel de enseñanza de este burgo era muy
elevado. Por ejemplo, en 1835 las “Catilinarias” de
Cicerón formaban parte de la enseñanza. |

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Durante los
inviernos muy largos, los padres permanecían
en la casa haciendo trabajar a los niños. |
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En fin, muchos hombres de los
escartones partían para contratarse como
maestros en toda Francia y en el extranjero.
Víctor Hugo escribía a propósito de ellos en
Los Miserables: “Aquellos que tenían una
pluma en el sombrero sabían leer y escribir,
aquellos que tenían dos plumas, conocían
también el cálculo, y con tres, se agregaba
el dominio del latín”. Esta práctica
desapareció progresivamente cuando el
Parlamento francés votó la Ley Guizot el
28/6/1833 que impuso la obligatoriedad de un
diploma para poder enseñar. |
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Durante el invierno, los hombres iban a
trabajar a las grandes
ciudades (en general el sureste de
Francia y París) a menudo para generar allí
redes comerciales, lo que requería saber al
menos leer, escribir y contar. Era corriente
también que se
casaran en estas ciudades de
inmigración. En los dos casos citados, se
puede destacar los lazos importantes que la
sociedad imponía entre los hijos y los
padres. En el primer caso, se constata que
los hijos emigrantes partían para aportar
dinero a la familia pero en contrapartida,
el jefe de familia solía emanciparlos. En el
segundo caso, se constata ¡que el cura
autorizaba al hijo expatriado a casarse;
autorización que escribía en francés y que
era autentificada en latín por el Obispo, en
Susa, y que ese documento era firmado a su
vez por el cónsul! |
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A diferencia de los habitantes de
las otras provincias de Francia o de Italia,
los habitantes del valle eran
“franco-burgueses” y eran propietarios de
sus tierras. Para conservar los derechos de
los pueblos (La Gran Carta de 1343), debían
luchar y negociar con la administración del
reino de Francia, primero, y luego, con la
del reino de Piamonte-Cerdeña. Debían, por
consiguiente, dominar la lectura de textos.
Y en fin, para conservar sus derechos de
familia y transmitirlos, necesitaban también
saber leer las actas y el catastro (no era
un plano sino una descripción de
lugares). |
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Hoy,
uno puede asombrarse de los desplazamientos que
podía hacer, hace varios siglos, la gente de esta
tierra ya que los escartons cubrían una región que
se extendía a una parte y a otra de los Alpes y las
vías de comunicación eran menos fáciles que en la
actualidad. Probablemente, dos razones puedan
explicar esto: primeramente, los habitantes se
desplazaban de una parte a otra de los Alpes porque
ellos se desenvolvían en un mismo país y también
porque económicamente necesitaban de estos
desplazamientos.
Damos a continuación algunos ejemplos a lo largo de
las distintas épocas para mostrar que las montañas
no fueron nunca una barrera para los
desplazamientos. Nuestros ancestros montañeses han
privilegiado no obstante, sus desplazamientos ya sea
en el Delfinado o en Francia antes que se diese la
inmigración masiva de los italianos a través del
mundo a partir de los años 1900.
1526
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El ilustre Colombano Romean que
abrió el tunel de Touilles, vivía en
Chaumont
pero era de Nîmes, en Francia (manuscrito de
la familla Guiffrey).
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1668 |
El
ebanista de la iglesia de Bardonnêche
venía de Voreppe, cerca de Grenoble. |
1699
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Se lee
en las "Remontrances"(Amonestaciones)
de Oulx:
“el comercio de los dichos habitantes
consistía en que los tres barrios de ellos salían del
lugar durante el invierno para ir a
ganarse la vida peinando cáñamo y aserrando
el bosque en
diversos sitios del Reino y en países
extranjeros”
"le commerce des dits habitants consistant
en ce que les trois quartiers d'jceux sortent du lieu
pendant l'hiver pour aller gagner leur vie
en peignant du chanvre et en sciant du bois
en divers
endroits du Royaume et aux pais estrangers".
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1845 |
Joseph Alexis Allemand enseñaba en
St. Michel de Maurienne. El había ido a
pasar las fiestas de Navidad en Millaures y
al volver a su puesto, atravesó el paso de
la Rho el 30 de diciembre (manuscrito de
la familia Allemand). |
1854
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Benoît Ponchier, como muchos de
nuestros antepasados, en invierno partia a
trabajar lejos de su hogar. |
1900
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Giorgo Jannon escribe en su libro
"il sogno nella valigia" sobre la
emigración en el valle de Susa:
"De Thures, se decía, ya sea que fueran o
vinieran a través del Monginevro, desde
luego sin el pasaporte, en cinco horas de
camino, preferían el mercado de Briançon al
de Oulx" |
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La continuación
de esta página no es la traducción del sitio en
patois, es una introducción al patois a través de
algunos testimonios sobre los trabajos estacionales.
Queremos así conservar la memoria de estas antiguas
labores de campo, de estas costumbres y tradiciones
que a los jóvenes de hoy les cuesta mucho imaginar
pero que constituían la vida de todos los días de
nuestros antepasados.
La pronunciación no es
fundamentalmente diferente a la del francés. Hemos
adoptado las reglas habituales del
italiano para la escritura del occitano siguiendo la
Declaración de Briançon.
1- la fenaison en
Millaures.
2- la jornada de la mënagerë
Se puede escuchar los textos en patois en este
sitio o en el sitio de la comuna de Oulx, y
hay un curso
para aprender el occitano en Salbertrand.
Las comunas de Salbertrand
y de Oulx tienen sitios en patois
(occitano).
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